"...Soñaba que cabalgaba sobre seres fantásticos y que era héroe de hazañas increíbles. Le gustaban las palabras llenas de magia: Rocinante, Dulcinea, Toboso, Fierabrás... Cuando las pronunciaba parecía que se quedaban flotando en el aire..."
El álbum relata las peripecias más señaladas del caballero andante más universal como la aventura de los molinos y lo hace en un lenguaje y con una tipografía muy sencillos. Para dotar de movimiento a las ilustraciones se recurre al contraste entre los fondos en los que predomina la gama del color tierra principalmente y para los personajes se han utilizado los colores rojo sobretodo pero también azul, blanco o morado.
En definitiva, es un álbum que merece la pena leer contemplando las diferentes páginas que al igual que sucede con el original Don Quijote, tanto los textos como las espléndidas ilustraciones desatan las carcajadas pero también provocan sentimientos de ternura y pena por las estrambóticas aventuras en las que que se embarcan este loco e ingenuo caballero y su humilde escudero.